miércoles, 5 de noviembre de 2008

Una noche a lo Pepe Viyuelas

Lo peor de todo lo que me pasó a noche, no fueron los hechos, si no el que el Kas me dijera que no sólo se lo creía, además no le extrañaba.

Después de cenar decidí sentarme un ratito en el msn para cotillear con los colegas mientras cosía el abrigo nuevo de Lola, pero con tan mala suerte que, al coger la aguja, ésta se me cayó en el teclado. Intenté cogerla con las tijeras (lo único que tenía a mano que me parecía adecuado) pero se escurrió más y terminó por debajo de las letras. Tras mover el teclado y ver que no salía el Kas me recomendó solucionarlo al sistema ingeniero, es decir desmontando. Ni corta ni perezosa decidí sacar la letra "a"(la más cercana a la aguja) haciendo palanca con las tijeras (total, ya las tenía a mano). Pero al final esto tampoco resultó buena idea porque la letra "a" salió disparada, rebotó en el televisor y ahora mismo está perdida en el limbo de las pelusas de pelos de Frodo.

Después de media hora escribiendo por msn sustituyendo a "a " por un *, recordé que tenía un teclado viejo, y tras un ratillo de búsqueda apareció en la salita (aún no sé muy bien cómo llegó allí).

Mi idea inicial fue coger la nueva letra "a" y sustituirla, así que la saqué con mucho cuidado esta vez, pero no servía. Por lo que tuve q desenchufar el teclado lisiado (y con ello el ratón, porque siempre me equivoco de cable).

Lo peor de todo es que, justo cuando estaba terminando la operación, sonó el móvil, (una llamada que llevaba esperando desde hacía horas9 y con las prisas por cogerlo me metí una leche impresionante con la mesa del ordenador.

así que lo raro es que, según me levantara, no me llevará una mano a la cabeza y dijera ¡jodeeeer!

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