Aventuras y desventuras de Frodito

Frodo (aka pequeñín, chiquitín, pulguita, hijo de mala madre o bestia del averno) es mi perro, una mezcla de pastor alemán con boxer con rottweiler (según a qué veterinario se lo preguntes) y es también el rigor de las desdichas. Después de superar una herida en la pata, una plaga de garrapatas (todo en la misma semana) varias descomposiciones (en la semana siguiente a la plaga de garrapatas) ahora tiene una herida en el cuello que nadie sabe de dónde ha salido, hay que echarle unas gotas en un oído y a demás le toca vacunar. Ayer el perro y Asm (mi media naranjita) tuvieron 4 combates a muerte, uno para poder limpiarle la herida del cuello y los otros para echarle las gotas. Resultad Frodo 1- Asm 3, vamos mejorando, el anterior se saldó con un escandaloso 4-1 a favor del perro. Aunque pienso que habría quedar un punto extra al perro porque después de echarle el vetadine consiguió zafarse y, tras sacudir la cabeza, quedó desinfectada la pared, el suelo de la cocina, dos puertas, la nevera, mis pantalones y la camiseta de Asm. Bueno, veremos que ocurre esta semana en el reñido duelo Frodo- Veterinario. (en el último partido, la cosa terminó en tablas)